Desde 1977, la empresa ete ha fabricado más de 22.000 calderas eléctricas, incluyendo modelos para calentamiento de agua, agua sobrecalentada, vapor, fluido térmico y acumulación de calor en masa líquida, destinados a grandes instalaciones.
ete ha venido evolucionando tecnológicamente, posicionándose desde hace años por delante de otras empresas europeas y estadounidenses en la fabricación de calderas por efecto Joule. Este avance tecnológico no solo proporciona una mayor eficiencia y fiabilidad de sus productos, sino que también contribuye a la reducción del impacto ambiental, alineándose con los objetivos globales de sostenibilidad.
ete es reconocida por la calidad de sus productos, siendo habitual que una caldera eléctrica fabricada con su tecnología tenga una vida útil superior a treinta años sin registrar ninguna avería en ese período. Esta durabilidad es esencial para empresas que buscan soluciones de climatización eficaces y fiables.
ete instaló una caldera eléctrica para la climatización de edificios, modelo GP 256/12, con una potencia total de 300 kW para el Grupo Santander. Este tipo de caldera se distingue por su eficiencia y fiabilidad, siendo una elección ideal para diversas aplicaciones industriales y comerciales. La potencia de 300 kW permite una calefacción eficaz de grandes espacios, garantizando un rendimiento óptimo y constante.
Las grandes empresas son cada vez más conscientes de la importancia de minimizar o eliminar las emisiones de CO₂ a la atmósfera, con el objetivo de mejorar la calidad ambiental y reducir los costes energéticos. Esta creciente concienciación se debe no solo a la presión social y regulatoria, sino también al reconocimiento de que la sostenibilidad puede convertirse en una ventaja competitiva. Al eliminar la factura por emisiones de CO₂, estas organizaciones adoptan prácticas más responsables y sostenibles, contribuyendo a un futuro más verde y saludable.
Para optimizar el rendimiento y la eficiencia energética, la potencia se fraccionó en bloques de 50 kW, cada uno equipado con sistemas electrónicos de control de temperatura independientes. Esta configuración permite una gestión más precisa de la energía, ajustándose a las necesidades específicas de climatización en diferentes zonas del edificio. Además, los sistemas de seguridad eléctricos se diseñaron para proteger las resistencias en fracciones de 16,6 kW, asegurando así la racionalización del consumo energético en todo el edificio y garantizando el funcionamiento continuo y eficiente del sistema de climatización.
Mediante la innovación continua y el compromiso con la calidad, ete sigue siendo una referencia en el sector, ayudando a empresas como el Grupo Santander a alcanzar sus objetivos de sostenibilidad y eficiencia energética.
La caldera eléctrica de efecto Joule, modelo GP 256/12, instalada para el Grupo Santander, se destaca como una solución de climatización altamente eficiente y sostenible.
BENEFICIOS TÉCNICOS
Potencia modular: La caldera cuenta con una potencia total de 300 kW, distribuida en bloques de 50 kW. Esta configuración modular no solo facilita la adaptación a las diferentes necesidades de climatización en las distintas áreas del edificio, sino que también permite una operación más flexible. En situaciones de menor demanda, solo se activan los bloques necesarios, lo que resulta en ahorro de energía y reducción de costes.
Control electrónico independiente: Cada uno de los bloques de 50 kW está equipado con sistemas electrónicos de control de temperatura independientes. Esta característica permite una personalización precisa de la climatización, adaptándose a las preferencias de los ocupantes y a las condiciones climáticas externas. La posibilidad de controlar la temperatura por zonas no solo mejora el confort, sino que también optimiza el consumo energético.
Eficiencia energética superior: La tecnología de efecto Joule utilizada en esta caldera garantiza una conversión altamente eficiente de la energía eléctrica en calor. Esto se traduce en un menor consumo eléctrico para generar la misma cantidad de calor, en comparación con sistemas de calefacción convencionales. La eficiencia energética se refleja en un menor impacto ambiental y costes operativos reducidos, en beneficio de la empresa y del medio ambiente.
Durabilidad y fiabilidad: ete diseña sus calderas con un enfoque en la durabilidad, y sus modelos suelen superar los treinta años de vida útil sin averías importantes. Esta robustez reduce la necesidad de mantenimiento frecuente y los costes asociados, proporcionando una solución de climatización fiable a largo plazo.
Sistemas de seguridad avanzados: Los sistemas de seguridad eléctrica de la caldera están diseñados para proteger las resistencias en fracciones de 16,6 kW. Esto garantiza tanto la seguridad operativa como la estabilidad del sistema, minimizando el riesgo de fallos que puedan provocar paradas inesperadas. La redundancia en estos sistemas es una característica clave que refuerza la confianza en la operación continua de la caldera.
Tecnología de calentamiento rápido: La caldera eléctrica permite un calentamiento rápido, logrando que los ambientes alcancen la temperatura deseada en un corto período de tiempo. Esta capacidad es especialmente valiosa en edificios corporativos con alta rotación de ocupantes, donde el confort térmico es una prioridad.
BENEFICIOS OPERATIVOS
Reducción de Costes Operativos: La eficiencia energética y la modularidad de la caldera resultan en una reducción significativa de los costes operativos. Al activar solo los bloques necesarios en momentos de menor demanda, las empresas pueden ahorrar considerablemente en las facturas eléctricas, contribuyendo a una gestión financiera más eficiente.
Facilidad de Mantenimiento: La configuración modular de la caldera simplifica y abarata el mantenimiento. Cuando un bloque requiere mantenimiento o sustitución, puede realizarse la intervención sin comprometer el funcionamiento de los demás bloques, garantizando que la climatización del edificio continúe operativa.
Adaptación a Variaciones de Consumo: La capacidad de ajustar el funcionamiento de la caldera en función de las necesidades específicas de climatización en diferentes zonas permite una respuesta ágil a las variaciones de carga térmica. Esto es especialmente útil en edificios con fluctuaciones significativas de ocupación, como oficinas y espacios comerciales, donde el confort de los ocupantes siempre debe ser prioritario.
Sostenibilidad Ambiental: El uso de electricidad para calefacción, en lugar de combustibles fósiles, contribuye a la reducción de emisiones de CO₂ y otros contaminantes. Este enfoque sostenible no solo cumple con las normativas ambientales, sino que también refuerza la imagen de la empresa como líder en responsabilidad social y medioambiental.
Integración con Sistemas de Gestión Energética: La caldera puede integrarse fácilmente en sistemas de gestión energética existentes, lo que permite un seguimiento y control más eficiente del consumo energético. Esta integración facilita el análisis del rendimiento energético y permite implementar estrategias de optimización y detectar oportunidades de mejora continua.
Confort Térmico Mejorado: La incorporación de sistemas electrónicos de control de temperatura independientes para cada bloque de 50 kW permite una regulación precisa de la temperatura en distintas zonas del edificio. Esto es especialmente importante en grandes instalaciones, donde las necesidades de climatización pueden variar considerablemente de un espacio a otro. Con esta flexibilidad, los ocupantes pueden disfrutar de un entorno de trabajo más cómodo, ajustando la temperatura según sus preferencias y necesidades, lo que también puede aumentar la productividad y la satisfacción laboral.
VENTAJAS PRINCIPALES
Eficiencia Energética: La configuración de la caldera, que divide la potencia en bloques de 50 kW, permite una gestión más precisa del consumo energético. Este enfoque no solo mejora la eficiencia general del sistema, sino que también supone un importante ahorro de energía. En lugar de funcionar a plena capacidad de forma continua, la caldera se ajusta dinámicamente a las necesidades específicas de climatización de cada área del edificio. Esto significa que, en períodos de menor demanda, la caldera puede operar solo con los bloques necesarios, reduciendo el desperdicio y, en consecuencia, los costes operativos.
Seguridad Operativa: Los sistemas de seguridad diseñados para proteger las resistencias en fracciones de 16,6 kW son un aspecto crucial de la caldera. Estas medidas de seguridad minimizan el riesgo de sobrecarga y aseguran que, en caso de fallo en una parte del sistema, las demás sigan funcionando con normalidad. Esto no solo protege el equipo, sino que también garantiza que el sistema de climatización continúe operando, evitando molestias para los ocupantes del edificio.
Continuidad en el Funcionamiento: La modularidad de la caldera ofrece una gran ventaja en cuanto a continuidad operativa. Si un bloque falla, los demás permanecen activos, garantizando una climatización constante. Esta característica es esencial en entornos empresariales. La interrupción del sistema de climatización puede generar incomodidad, especialmente en condiciones climáticas extremas.
Integración con Tecnologías Futuras: La caldera eléctrica de ete de efecto Joule, gracias a su diseño moderno y su avanzada tecnología, puede integrarse con sistemas de automatización de edificios. Esto permite un control aún más eficiente de la climatización, mediante sensores y algoritmos que optimizan automáticamente el funcionamiento de la caldera, en función de datos en tiempo real sobre la ocupación y las condiciones climáticas externas.
CONCLUSIÓN
En resumen, la instalación de la caldera eléctrica ete de efecto Joule, modelo GP 256/12, con una potencia total de 300 kW, representa una solución innovadora para la climatización del edificio. Esta tecnología no solo moderniza el sistema de climatización, sino que también ofrece una serie de beneficios significativos en términos de eficiencia energética, reducción de costes operativos, facilidad de mantenimiento, confort, seguridad y disminución de la huella de carbono del edificio. Estos factores convierten a la caldera en una elección estratégica y responsable.
Al optar por esta tecnología, el Grupo Santander reafirma su compromiso con la innovación y la sostenibilidad.